sábado, 4 de octubre de 2008

Permanecer...

Parece una estupidez pero ¡qué difícil es permanecer! Ya he hablado de esto con mis amistades pero... nunca está de más.
Cuando nos proponemos algo, al principio es llevadero, nos gusta, es una novedad... pero cuando se lleva un tiempo tendemos a dejarlo, como la famosa historia de los perros en verano. ¡Qué difícil es permanecer!
La misma fuerza que nos impulsó a empezar debería estar viva hasta que se de por concluida la actividad. Por el contrario, cada vez con mayor frecuencia, se abandona la tarea, la pareja, los deberes... y, a veces (no siempre) es cuestión de permanecer un poco más. Se asemeja a cuando dejas de fumar, cuesta pero como no permanezcas en el empeño, al primer ofrecimiento ¡caes! y sólo depende de resistir unos minutos.
Puede que, a la larga, me ocurra lo mismo con este blog. Lo empecé con mucha ilusión y me propuse escribir en él al menos una vez a la semana... y ya empiezo a fallar.
Espero poder PERMANECER.

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